Se acerca el día Mundial del Agua y por eso queremos recordar que el pasado día 15 de febrero se presentó públicamente el estudio “El Derecho Humano al Agua y al Saneamiento ante la emergencia climática. Diagnosis, debates y propuestas para el Área Metropolitana de Barcelona”, un informe encargado por Enginyeria Sense Fronteres (ESF) y Ecologistas en Acción en el cual han participado Beatriz Felipe e Isabel Vilaseca, socias trabajadoras de CICrA Justicia Ambiental, en colaboración con Pol Mascaró de Ecologistas en Acción.

El estudio visibiliza los efectos y los riesgos que comporta la emergencia climática en relación al ciclo del agua y a la garantía al Derecho Humano al Agua y al Saneamiento (DHAS), especialmente en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB). El informe identifica y analiza críticamente las medidas que se están planificando desde las administraciones locales para hacer frente a estos retos.

En este sentido, se cuestiona el enfoque institucional, muy centrado en garantizar la seguridad hídrica de la región metropolitana principalmente a través de innovación tecnológica que permita ampliar las fuentes hídricas, sin cuestionar las tendencias crecientes de la demanda de agua asociadas a un modelo de desarrollo que es asumido como algo deseable. El informe también hace un llamado en favor de un enfoque que pivote sobre la noción de soberanía hídrica, que ponga en el punto de partida las preguntas “agua para quién y para qué” y que ponga en el centro la democracia y la coherencia de políticas.

El estudio explica que la gestión del agua no puede ser ajena a la crisis climática actual, sobre todo teniendo en cuenta que “se espera que el Mediterráneo sea de los más prominentes y vulnerables ‘climate change hotspots’ ”.

Recordemos que el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el cambio climático (IPCC por sus siglas en inglés) “Climate Change and Water” ya alertaba de la enorme vulnerabilidad de los recursos hídricos frente al cambio climático.

Algunos de los efectos de la emergencia climática ya existentes en el AMB y mencionados en el informe son el aumento de las temperaturas, la reducción de la precipitación media anual, el aumento de episodios climáticos extremos o el ascenso del nivel del mar. Ello sin olvidar la responsabilidad que tiene tanto la AMB como Cataluña en la crisis ambiental global en la que actualmente nos encontramos.

Entre los efectos de la emergencia climática que pondrán en peligro la garantía del DHAS en el AMB, el estudio destaca la reducción de los cabales de los ríos que abastecen la región metropolitana, la disminución de la calidad de los acuíferos y los impactos de las lluvias torrenciales sobre unas redes de saneamiento ya actualmente muy deficitarias.

Los efectos del cambio climático no son fenómenos aislados, sino que interactúan con una serie de circunstancias histórico-políticas (formas de asentamientos urbanos, la industria porcina, el poder de la multinacional AGBAR en la gestión del ciclo del agua, el sistema de tarifas, etc.) que nos harán aún más vulnerables.

Desde la óptica de la soberanía hídrica, el estudio hace una crítica profunda a las respuestas a la crisis climática basadas en principios mercantilistas y legitimadas a partir de discursos de “financewashing”, y hace énfasis en la necesidad de entender el agua como un derecho humano que no puede ser garantizado sino a través de una gestión pública, democrática y transparente.

La emergencia climática no nos afecta a todas por igual

De las múltiples vulnerabilidades ambientales y sociales derivadas de los efectos de la emergencia climática, el informe remarca no sólo el grave riesgo en que se encuentran ciertos ecosistemas hídricos en el territorio, sino también, los impactos diferenciados que tiene la emergencia climática en colectivos que ya se encuentran en un mayor grado de vulnerabilidad social y económica. Recordemos que en Cataluña el 26,3% de la población se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social, según el último informe de INSOCAT.

La Disposición final séptima de la Ley 16/2017, de 1 de agosto, del cambio climático en Cataluña, señala que el Gobierno y los entes locales, con la finalidad de “garantizar el acceso universal de toda la población a un consumo mínimo vital de determinados recursos básicos, deben impulsar los mecanismos prestacionales necesarios para garantizarlo en el caso de suministro de energía eléctrica, combustibles no carburantes y agua”.

Así, por ejemplo, en el AMB los barrios y rentas más empobrecidas son las que sufren de manera más directa la pobreza hídrica, uno de los efectos más destacados de la privatización del servicio público de agua y saneamiento y de la mercantilización del agua y que afecta, de manera directa, a la vida de miles de personas en Catalunya y en el Estado español.

Ayer martes día 15 de marzo, en el acto “Los riesgos de la privatización para la garantía del Derecho Humanos al Agua y al Saneamiento”, se presentó en Barcelona el informe temático expuesto ante la Asamblea General de la ONU por Pedro Arrojo, Relator Especial sobre el Derecho Humano al Agua y al Saneamiento (DHAS) de la ONU.

No se puede olvidar que el difícil escenario descrito agravará especialmente los impactos en las vidas de las mujeres y de las personas migradas en situación administrativa irregular, población que ya se encuentra en contextos vitales muy duros y que, además, ha de hacer frente de manera permanente al racismo institucional. El estatuto migratorio irregular genera una enorme espiral de vulnerabilidad y de “no derechos” que exige de la sociedad una tarea urgente de denuncia y reclamo de soluciones.

En el Estado español entre 390.000 y 470.000 personas se encuentran en situación administrativa irregular. La plataforma #RegularizacionYa está recogiendo firmas para presentar una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para la regularización extraordinaria de las personas que se encuentran en esta situación.

Un nuevo modelo de gestión del agua en el contexto de emergencia climática. La voz de los territorios

Sólo a través del reconocimiento de las desigualdades territoriales y sociales, y de la escucha activa de los colectivos y territorios que han sido más afectados – como por ejemplo el Delta del Llobregat o el Delta del Ebro- será posible construir una gestión del agua que vaya más allá de la AMB, que trabaje desde una perspectiva ecosistémica. En este sentido, el informe hace un llamado a abordar las relaciones históricas de expolio de la AMB respecto de otros territorios, para así poder crear nuevos modelos de relacionamiento y, por lo tanto, de gestión del agua.

En la presentación pública del informe se escucharon las voces de algunas organizaciones ecologistas y vecinales que, desde hace años, trabajan por una nueva cultura del agua en el AMB. Destacamos algunas de sus reflexiones:

Matilde Font, de la Plataforma en Defensa del Ebro (PDE) en relación al contexto del llamado “déficit hídrico” en que se encuentra la AMB y los desequilibrios territoriales manifiesta que “A la AMB la vemos un poco desproporcionada, en el sentido de que es un área muy grande, que tiene mucha población, que tiene muchas necesidades y que los recursos que tiene se los ha ido comiendo a lo largo de los años y que, para poder crecer tanto, ha depredado al resto del país para hacer grande el área metropolitana. Esto lo tenemos que revertir y se debe comenzar a redistribuir de otra manera, si queremos tener un país en buenas condiciones para la vida”.

Jaume Montfort de la Plataforma metropolitana SOS Baix Llobregat sobre el grado de integración de las políticas de urbanismo con las políticas hídricas de la AMB comenta que “la actual dinámica que están llevando a cabo tanto los gobiernos municipales de la AMB, como la propia Generalitat consiste en profundizar en políticas que están provocando una degradación territorial global (…) la polémica sobre la ampliación del aeropuerto no deja de ser un ejemplo muy flagrante de esta obsesión por el crecimiento y por las macroinfraestructuras que nos lleva a profundizar la crisis ecológica global. La planeación urbanística incide en profundizar o mitigar el cambio climático y la crisis de biodiversidad”

Podéis descargar el informe aquí

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